Reírse mientras se come, demasiada proteína en la dieta y el consumo de alimentos ricos en almidón puede contribuir a la producción de gases intestinales. La sensación de hinchazón y distensión abdominal, dolores de estómago o la incapacidad de tirarse un gas puede dar lugar a la acumulación de gases en el tracto gastrointestinal. Muy a menudo, esto daría lugar a estreñimiento y usted optaría por tomar medicinas que pueden aumentar la motilidad de los intestinos para aliviarlo. Aunque estos medicamentos pueden aliviar los síntomas de la acumulación de gases, no pueden tratar las enfermedades que pueden estar asociados con esto.
Una condición que se asocia con los síntomas causados por el aumento de la producción de gases son las hemorroides. Aunque no hay ninguna causalidad directa entre esta condición y la acumulación de gas en los intestinos, cada una empeora los síntomas de la otra.
Las hemorroides se producen como resultado de la torsión y la hinchazón de las venas anales y rectales. Estas son a menudo precipitadas por el estreñimiento crónico que produce una presión constante sobre las venas del tracto gastrointestinal inferior, el embarazo debido a la presión del feto en crecimiento sobre los intestinos, y entre las personas de edad a causa de la disminución de la motilidad gastrointestinal. Demasiado esfuerzo durante la defecación puede empeorar esta condición y puede causar prolapso de las venas hemorroidales.
Hay dos tipos de hemorroides- internas y externas. Una hemorroide interna se encuentra por encima de la unión anorrectal, mientras que la externa son aquellas que se encuentran por debajo de ella. No todas ellas se agravan por el aumento de la producción de gases, pero son las hemorroides internas las que más se suele asociar con esto.
El problema de las hemorroides internas, a diferencia de las externas, es que por lo general no presentan ningún signo o síntoma. El Sangrado, que es generalmente de color rojo brillante puede producirse si una hemorroide interna no se diagnostica y se trata a tiempo. Algunos pacientes pueden presentar dolor e irritación al defecar, que es no específico para las internas.
Una pista de que tiene el tipo interno de hemorroides es que la acumulación de gases puede empeorar el dolor al defecar. Las heces que pasan por el recto, y finalmente el ano, crean una presión adicional sobre las venas rectales y anales. Lo mismo es cierto para el gas intestinal que pasa a través del tracto gastrointestinal inferior. Tirarse pedos generalmente precede a la eliminación de heces y para que el gas pase por el ano, este tiene que pasar a través de la parte del intestino que contiene los materiales alimenticios digeridos. El paso del gas a través de esta porción de los intestinos produce distensión intestinal.
Y de nuevo, la distensión puede ejercer presión sobre las venas situadas cerca. Estas venas se engordan y causan dolor al paso del gas y las heces. La acumulación de gas también puede causar una tensión durante la defecación, especialmente si la persona está estreñida. El mecanismo por el cual un esfuerzo agrava las hemorroides existentes es el mismo mecanismo detrás de la defecación.
El dolor, otros síntomas de las hemorroides y la acumulación de gas pueden ser aliviados previniendo el estreñimiento. Debido a que el estreñimiento es una de las principales causas, es necesario evitarlo consumiendo una dieta alta en fibra, aumentar la ingesta de agua, alrededor de 8 a 10 vasos de agua todos los días y evitar los alimentos ricos en almidón, como las papas y frijoles.
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